Alimentos y Emociones

Alimentos & Emociones

Quién pensaría que una zanahoria podría ser la heroína de tu día? Prepárate para un viaje culinario lleno de sorpresas en tu estado de ánimo.


¡Hola, hola! Bienvenido, bienvenida de nuevo a mi blog de Hábitos, Salud y Felicidad! 😊 

Hoy te voy a hablar de un tema que sale muy a menudo en mis sesiones de coaching con clientes: ac conexión entre lo que comemos y cómo nos sentimos. Si tienes alguna duda, ya te adelanto que su relación es innegable.

¿Preparado? ¿Preparada? ¡Empezamos! 🚀 🚀

Conexión entre la Comida y el Estado de Ánimo: Más Importante de lo que Crees

La investigación científica y la experiencia personal demuestran que nuestra alimentación influye directamente en nuestros pensamientos y acciones. Sin embargo, la mayoría de las personas no reconocen esta relación entre la comida y el estado de ánimo. Tómate un momento para reflexionar sobre cómo te sientes a lo largo del día. ¿Alguna vez te has sentido cansada y confusa después del almuerzo? ¿Frustrada mientras comes? ¿Irritable entre comidas? ¿Energizada por una comida satisfactoria? La comida, sin duda, cambia nuestro estado emocional.

Los ejemplos más extremos son el café y el alcohol, que pueden alterar tu estado de ánimo en cuestión de minutos. Una dieta rica en carbohidratos procesados y carnes de mala calidad, con escasez de verduras y agua, deja a muchas personas de mal humor. Es difícil sentirse inspirado y feliz cuando te alimentas de comida chatarra procesada. No le estás dando a tu cuerpo los nutrientes para que se relaje y haga tooooooodas sus funciones de forma sencilla.

Julia Ross, autora de "The Mood Cure" y pionera en el campo de la psicología nutricional, se refiere a esta relación como "la ley de la desnutrición". La epidemia actual de bajos estados de ánimo está definitivamente relacionada con una epidemia de alimentos de mala calidad en términos de calidad y cantidad. Ross afirma que los bajos estados de ánimo provienen de una mala alimentación. Bebidas gaseosas, chocolates, helados, papas fritas y patatas son alimentos a los que muchas personas recurren cuando quieren mejorar su estado de ánimo. Pero la ironía es que estos alimentos son en gran parte parte del problema. Es una espiral sin salida. La sal puede afectar tu estado de ánimo, haciéndote sentir tenso. El azúcar puede darte un subidón y hacerte sentir lleno de energía, pero tan pronto como tu nivel de azúcar en sangre cae, esa sensación desaparece rápidamente.

Piensa en la idea de la "comida reconfortante". Un tazón de sopa, por ejemplo, puede hacerte sentir cálido por dentro y reconfortado. Lo contrario de la comida reconfortante es la "comida focalizada", que te ayuda a trabajar con más energía. Muchas personas consideran a las proteínas, como huevos, frutos secos o carne, como "alimento para el cerebro". ¿Has notado cómo anhelas más comida reconfortante después del trabajo o más comida focalizada para concentrarte durante un día ocupado en la oficina? En realidad, lo que hacemos con toda esta comida es una forma de automedicación o búsqueda de equilibrio. Ya entendemos la conexión entre la comida y el estado de ánimo, simplemente no tenemos un lenguaje para discutir estos hábitos entre nosotros.

Perspectiva Científica

Desde una perspectiva científica, la relación entre comida y estado de ánimo es mantenida por los neurotransmisores, mensajeros químicos que transmiten pensamientos y acciones en el cerebro y el intestino. Algunos neurotransmisores, como la serotonina, nos hacen sentir relajados. Otros, como la dopamina, tienen un efecto estimulante. La comida que ingerimos se descompone en el tracto digestivo, entra en el torrente sanguíneo y provoca cambios en el comportamiento de estos neurotransmisores, lo que afecta nuestro estado de ánimo.

Efectos específicos de ciertos alimentos en nuestro estado de ánimo y sus razones:

  • Carbohidratos: Comer carbohidratos libera serotonina en el cerebro, lo que nos hace sentir más relajados. En particular los carbohidratos simples como el azúcar y las harinas. pueden proporcionar un aumento rápido de energía y un exceso de la serotonina, lo que lleva a una sensación momentánea de bienestar . Sin embargo, este efecto es efímero, ya sabes que todo lo que sube tiene que bajar, y puede resultar en un choque de azúcar y cambios en el estado de ánimo y somnolencia.

  • Grasas saludables: Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva y los aguacates, pueden ser beneficiosas para el estado de ánimo. Ayudan a la absorción de nutrientes y contribuyen a la salud cerebral.

  • Proteínas: Las proteínas, ricas en aminoácidos como la tirosina, pueden mejorar la producción de neurotransmisores estimulantes como la dopamina y la norepinefrina, lo que puede aumentar la alerta y el estado de ánimo cuando se consumen en las proporciones adecuadas. Por otro lado, el exceso de proteínas puede llevar a la tensión y la irritabilidad.

Química de la comida y el cerebro en la influencia de nuestras emociones:

La comida que consumimos influye en la producción y disponibilidad de neurotransmisores en el cerebro. La serotonina, la dopamina y la noradrenalina son ejemplos de neurotransmisores que desempeñan un papel clave en la regulación del estado de ánimo. Además, la microbiota intestinal (el conjunto de microorganismos en nuestro intestino) interactúa con el cerebro a través del eje intestino-cerebro, lo que también influye en nuestras emociones.

Es importante recordar que la relación entre la comida y el estado de ánimo es individual y puede variar de una persona a otra. Factores como la genética, la dieta, la salud intestinal y las experiencias personales desempeñan un papel en cómo los alimentos afectan nuestras emociones.

Para llevar esto un paso más allá, algunas personas con trastornos del estado de ánimo son informadas de que "todo está en su cabeza", cuando la verdad es que la mayoría de la serotonina (alrededor del 90%) se encuentra en el intestino.

Las bacterias en nuestro intestino envían señales al cerebro, alterando nuestro sistema hormonal, lo que a su vez afecta nuestro estado de ánimo. La investigación ha demostrado que las personas con depresión tienen un exceso de bacterias perjudiciales y niveles bajos de bacterias beneficiosas. Por lo tanto, simplemente cambiar tu dieta para aumentar las bacterias beneficiosas y disminuir las perjudiciales puede tener un gran impacto en cómo te sientes, especialmente si luchas contra la depresión. Tal vez deberíamos prestar más atención a esas "corazonadas" sobre lo que comer y a lo que muchos científicos ahora llaman nuestro "segundo cerebro".

Otro ejemplo de la conexión entre la comida y el estado de ánimo se produce cuando comemos en exceso. Piensa en una gran cena de festividad y cómo te sientes agotado después de disfrutarla. El exceso de comida a menudo conduce a la somnolencia. Para lidiar con el exceso de alimentos, el flujo sanguíneo se dirige hacia el estómago y lejos del cerebro. El resultado es una sensación de letargo.

Es sorprendente cuánto nos afecta la comida. En las relaciones, a menudo nos irritamos y culpamos a nuestra pareja, cuando en realidad son nuestros propios cambios de humor los que están causando la discordia. Nuestros estados de ánimo suben y bajan como un yo-yo, y tan pronto como alcanzamos un equilibrio nutricional, de repente nuestra pareja resulta ser una persona maravillosa.

Experimenta

La sensibilidad de la comida en el estado de ánimo varía de una persona a otra. Solo tú puedes determinar la cantidad adecuada de proteínas, carbohidratos y grasas para mantenerte equilibrado. Una vez que esta correlación entre la comida y el estado de ánimo llega a tu conciencia, serás más cuidadoso con tus elecciones alimenticias. Te animo a que observes, explores, experimentes y determines lo que funciona para ti.

Estoy segura de que has conocido a personas que gozan de una salud vibrante a pesar de comer donas y beber café para el desayuno de forma regular. Probablemente pienses: "Si comiera de esa manera, sería un desastre". Y es probable que tengas razón. No hay nada malo contigo ni con la persona que desayuna café y donuts, excepto que tu sensibilidad a la comida y el estado de ánimo es diferente.

Una de las mejores formas de descubrir cómo diferentes alimentos afectan tu estado de ánimo es simplemente registrar lo que comes y cómo te sientes después.

Te propongo 3 ejercicios:

  1. El Experimento del Desayuno

    Como una forma de sintonizar con tu cuerpo y aprender a escuchar sus mensajes, explora la idea de desayunar algo diferente cada día durante una semana. Anota lo que comes y cómo te sientes, tanto inmediatamente después de la comida como nuevamente dos horas más tarde. Hazlo hasta completar los 7 días y después, compara.

    Una vez que le hayas cogido el truco a este experimento, puedes ampliarlo para incluir todo tu consumo diario, explorando cómo diferentes alimentos y líquidos te afectan. Por ejemplo, durante una semana, puedes hacer un esfuerzo por beber más agua durante el día, consumir más verduras de hoja verde o experimentar con diferentes fuentes de proteínas. Observa cómo se siente tu cuerpo y cómo cada cambio en tu dieta afecta tu estado de ánimo.

  2. Diario Alimentario y de Estado de Ánimo

    Escribe lo que comes en cada comida o tentempié y cómo te sientes después. Asegúrate de registrar cómo te sientes inmediatamente después y luego nuevamente unas horas más tarde. Puedes sentirte genial justo después de comer dulces o beber café, pero a menudo, dos horas más tarde, la historia suele ser diferente.

    Puedes escribir, "Tomé té la primera cosa esta mañana, y me sentí bien. Tomé café a las 11 de la mañana y aún me sentía bien, pero la segunda taza de café después del almuerzo me pasó factura". O puedes notar, "Hoy consumí demasiada carne animal y me sentí letárgico". O quizás, "Cada vez que como pan, me duele el estómago". O incluso, "Ayer, disfruté de una deliciosa sopa de espinacas y lentejas, pero deseaba algo más. Tomé un pequeño trozo de chocolate de postre y me sentí satisfecha".

    Pronto sabrás qué te da energía y qué te agota. Ciertos alimentos te causarán gases; otros te dificultarán dormir bien y algunos mejorarán tu capacidad para concentrarte en el trabajo.

  3. Inventario de Alimentos de Amigos

    Enumera a las tres personas más saludables que conoces y a las tres personas menos saludables que conoces. Anota lo que comen. Observa cómo los alimentos se correlacionan con su nivel de vitalidad.

Pues con estos 3 ejercicios me despido, ¡esta semana semana tienes deberes! Cuéntame como te sientes en los comentarios o escríbeme un email. Estaré más que feliz de leeros 😊

¿Tienes dudas? ¿No sabes por dónde empezar? ¡Hablemos!

¡Espero que os haya gustado! ¡Hasta la semana que viene! 😊

XXX

H💜🙏🏽💜


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