10 Claves para Dejar de Procrastinar
¡Hola! Bienvenida a mi blog La Felicidad es un Hábito! 😊
Septiembre… ese més maravilloso lleno de buenas intenciones… Esas intenciones que hemos proclamado a los cuatro vientos durante todo el verano… “En Septiembre ya empiezo a cuidar la comida”, “En Septiembre me apunto al gimnasio”, “en septiembre comienzo las clases de yoga”, “en septiembre voy a clases de inglés”, “ en septiembre…” Querida amiga, siento decirte que septiembre ya está aquí y que casi ya lo hemos pasado. ¿Cómo va esa lista de cosas que querías empezar? ¿Ni siquiera la has tocado? Si tu respuesta es sí, eres de las mias. Esa sensación de estar atrapada en un ciclo de postergación es más común de lo que piensas, pero no tiene por qué ser permanente.
Hoy te voy a mostrar cómo puedes romper con ese (mal) hábito que se cuela sin que te des cuenta y te mantiene en pausa, impidiéndote avanzar hacia tus metas: la procrastinación y construir un sistema de otros que te impulse hacia adelante, paso a paso.
¿Preparada? ¡Empezamos! 🚀 🚀
¿Por qué procrastinamos?
Primero, es crucia que entiendas que la procrastinación no es sinónimo de pereza. A menudo se debe a emociones subyacentes como el miedo al fracaso, la falta de motivación o incluso la sobrecarga de tareas. A veces, las expectativas son tan altas que preferimos evitar la tarea que enfrentarnos a posibles errores o dificultades.
La perfección es enemiga de lo bueno.
La clave aquí es que no eres tú quien falla, es el sistema de hábitos que tienes en marcha, y eso es algo que podemos modificar.
CLAVES PARA DEJAR DE PROCRASTINAR:
1. Empieza con autocompasión
Si has leido algún otro artículo de blog esto te va a sonar porque es crucial y no me voy a cansar de repetirlo: sé amable contigo misma. No te castigues por procrastinar. Se ha demostrado que la autocompasión aumenta la motivación intrínseca, que es mucho más duradera que la motivación impulsada por el miedo o la culpa. Así que, si te has encontrado postergando algunas tareas, respira profundo, reconoce tus emociones y permítete seguir adelante sin juicios.
2. El poder de las microacciones
Una de las razones principales por las que procrastinamos es porque la tarea que tenemos delante parece enorme. Es como si nos dicen que mañana tenemos que correr una maratón y las únicas zapatillas que tenemos son esas converse maravillosas que nos poneos con todo. Pues aquí es donde entra en juego el concepto de "microacciones". En lugar de pensar en el objetivo final, descompónlo en acciones pequeñas y manejables. Ponte metas que sean exigentes pero no que las puedas lograr.
Por ejemplo, si quieres empezar a hacer ejercicio pero no te sientes con energía para una hora completa de entrenamiento, ¿qué tal si comienzas con solo 10 minutos de estiramientos? Estas pequeñas acciones te acercan a tu meta y, lo mejor, es que te ayudan a construir momentum. Una vez que empiezas a moverte, es más fácil continuar. Como cuando te pones sólo un episodio en Netflix y 5 horas después te has terminado la serie. Tú no te has sentado en el sofá pensando que ibas a estar ahí todo el santo día… pero no sabes cómo te has liado. Pues lo ideal seria que te ocurriera eso mismo con los hábitos que quieres construir o cualquier otra tarea que te hayas propuesto y estés dando largas.
3. El método de los 5 minutos
Este es uno de mis favoritos cuando se trata de vencer la procrastinación. Consiste en comprometerte a trabajar en la tarea que has estado evitando durante solo cinco minutos. Cinco minutos es un periodo de tiempo tan corto que ni tu cerebro puede resistirse. Lo sorprendente es que, una vez que empiezas, lo más probable es que termines haciendo mucho más de esos cinco minutos. Lo que parecía inalcanzable se convierte en manejable.
Además, este método te enseña a confiar en tu capacidad para actuar, incluso cuando no te sientes motivada al 100%. El simple acto de comenzar ya es una victoria. ✌🏽
4. Hazlo visible
Haz visible lo que quieres lograr. Puedes hacerlo con algo tan sencillo como una lista de tareas o un calendario donde marques tus avances. El cerebro responde muy bien a las señales visuales y, cuando puedes ver tu progreso, es más fácil mantenerte en movimiento.
Por ejemplo, si estás construyendo el hábito de comer saludable coloca un calendario en la cocina donde puedas marcar los días que lograste comer de manera balanceada. Esa pequeña satisfacción de ver tus avances será un motor para seguir adelante.
5. Establece rituales matutinos
Esta clase es mi favorita por encima de cualquier otra😊. Las mañanas son un momento maravillos para establecer el tono de tu día. Si comienzas el día con hábitos saludables y estructuras claras, es más probable que evites la procrastinación más tarde. Te invito a que establezcas un ritual matutino que te prepare para el éxito.
Puede ser algo tan simple como dedicar 5 minutos a meditar o practicar respiración profunda (¿conoces los breathwork? ¡Son una auténtica pasada!) seguido de un desayuno nutritivo y 10 minutos de planificación del día. Cuando comienzas el día con claridad, es más difícil caer en la procrastinación porque ya tienes un rumbo definido.
6. Evita el multitasking
Está demostrado que el multitasking que tanto se pudo de moda hace unos años y lo ponían como un valor al alza es negativo para tu salud. Cuando intentas hacer muchas cosas a la vez, terminas haciéndolas a medias y sientes que no avanzas en ninguna de ellas. Eso crea frustración, y la procrastinación suele ser la respuesta a esa sensación de abrumo. En lugar de dispersarte, elige una tarea, solo una, y dedícale tu completa atención. No importa si es una pequeña parte de un proyecto más grande, lo importante es que le des prioridad a esa tarea y la completes antes de pasar a la siguiente. Avanza, profundiza y siente esa enorme satisfacción de haber terminado lo empezado. El libro de “El Club de las 5 de la mañana” de Robin Sharma una de las primeras cosas que te dice es que hagas la cama para que al final del día, cuando vayas a dormir sientas al menos una tarea que sí hiciste (la cama) y te duermas con ese sentiemiento de trabajo hecho.
7. La recompensa como motivación
Sé que te encanta esa sensación de logro cuando cumples con algo que te habías propuesto, así que ¿por qué no aprovechar eso a tu favor? Establece pequeñas recompensas cada vez que completes una tarea. No tiene que ser algo grande, pero sí algo que disfrutes: puede ser tomarte un té especial, salir a caminar, ver un episodio de tu serie favorita, un masaje o simplemente tomarte un momento para relajarte.
8. Cuida tu energía
No podemos hablar de hábitos saludables sin mencionar el cuidado de tu energía física y mental. Si estás agotada, es mucho más probable que caigas en la procrastinación. Asegúrate de que estás durmiendo lo suficiente, alimentándote de manera adecuada y dándote espacio para el descanso y la desconexión. Estos hábitos son la base de cualquier cambio que quieras hacer en tu vida. Si te sientes perdida escríbeme.
9. Crea un entorno que te apoye
Muchas veces, procrastinamos porque nuestro entorno no está alineado con nuestros objetivos. Si tienes un espacio lleno de distracciones, será mucho más difícil mantener el enfoque. Dedica tiempo a organizar tu espacio de trabajo o tu hogar de manera que te inspire y te recuerde lo que quieres lograr. Un ambiente limpio y ordenado te ayudará a sentirte más ligera y enfocada.
Y esto no sólo va de las cosas que te rodean si no también de las personas.
10. Practica el hábito de actuar, no esperar la motivación
Este es probablemente el cambio más importante que quiero que lleves contigo hoy: no necesitas sentirte motivada para actuar. La motivación es maravillosa cuando aparece, pero no es algo en lo que debas depender siempre. En cambio, puedes construir el hábito de actuar, incluso cuando no te sientes inspirada o energizada.
Recuerda, querida, que los pequeños pasos son los que conducen a los grandes cambios. Si hoy das solo un pequeño paso hacia tu objetivo, ya estás más cerca que ayer. La procrastinación no tiene por qué definir tu camino; tú tienes el poder de tomar las riendas de tu vida y construir los hábitos saludables que te llevarán a sentirte más fuerte, más segura y más en control.
No se trata de ser perfecta, sino de ser constante. Cada día es una oportunidad para mejorar un poco más. Estoy aquí para acompañarte en este proceso, como siempre, dándote herramientas prácticas que puedes aplicar en tu vida diaria. Así que, ¿qué pequeña acción puedes tomar hoy que te acerque a esa versión de ti misma que tanto deseas? ¡Empieza ahora, sin esperar el momento perfecto!
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¡Espero que te haya gustado! ¡Hasta la semana que viene! 😊
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